En la nota de Diario Financiero, Alex Fischer asegura que la tributación del patrimonio, con la propuesta de la Reforma Tributaria, tendrá un cambio muy significativo. “Hoy el gravamen al patrimonio es muy limitado, enfocado en ciertos bienes que son indicadores de riqueza o de poder adquisitivo. También existe la patente municipal, que grava el patrimonio de las sociedades de inversión, pero no el patrimonio a nombre personal. El nuevo impuesto al patrimonio es distinto, porque es comprensivo de todo el patrimonio, independiente de los bienes que lo compongan. Además, es atípico entre los países de la OCDE y se propone con una tasa muy alta”.
Asimismo, comenta que “desde un punto de vista académico o teórico, el impuesto al patrimonio (con tasas bajas) puede ser un componente interesante de un sistema tributario. Sin embargo, es verdaderamente insensato pretender que un país chico como Chile sea pionero en esta materia. Quizás recaude los primeros años, pero la fuga y opacidad de patrimonios va a ser un resultado ineludible si se pretende imponerlo como llaneros solitarios en el concierto internacional. Siendo realistas, Chile debiera considerar un impuesto al patrimonio cuando éste haya sido adoptado de manera generalizada por los países de la OCDE, particularmente Estados Unidos, y no sea fácil el arbitraje Inter-jurisdiccional. Falta un camino por recorrer a nivel internacional para consensuar el impuesto al patrimonio como una herramienta homogénea, que pueda ser adoptada por países chicos, como Chile”.
