Hoy en Diario Financiero, nuestra socia, Isabel Espinoza señala que “la modificación más relevante dice relación con la forma de valorización de los activos que forman parte de la masa hereditaria (o que son donados). Al respecto, la Reforma introduce un complejo set de reglas aplicables a distintos tipos de activos, con un sinnúmero de referencias cruzadas, que seguramente va a generar varios problemas interpretativos y dificultades en su aplicación. Asimismo, en determinados casos se exige acreditar el valor de mercado de los bienes mediante informes preparados por agentes independientes, que si bien podría resultar razonable y necesario para ciertos casos específicos, en otros podría significar una carga económica y de tiempo excesiva para los contribuyentes. Respecto a los inmuebles y vehículos se mantiene, en general, la regla de tasación fiscal, lo que resulta razonable, ya que en la mayoría de los casos, la herencia se encuentra conformada casi exclusivamente por el inmueble que servía de residencia a la familia, por lo que exigir tasaciones respecto de dichos bienes podría encarecer significativamente el proceso de posesión efectiva para la mayoría de las familias”.

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